En la anterior entrada dedicada a la Ruta del Santo Grial en Huesca (I), partíamos desde Huesca, tras visitar la iglesia de San Pedro el Viejo, la catedral de Santa María y el Museo Diocesano de Huesca para dirigirnos a Yebra de Basa, en la comarca del Alto Gállego, y conocer su cueva de Santa Orosia, ubicada en espectacular y mágico enclave. Luego visitábamos Jaca, la capital de La Jacetania, su catedral de San Pedro y el Museo Diocesano de Jaca, que guarda extraordinarias muestras de pintura mural románica.
Jaca es nuestro punto de partida en esta segunda etapa de la ruta. Tomaremos la carretera N-240 hacia Santa Cilia y Navarra para desviarnos a la izquierda a unos quince kilómetros y seguir por la A-1603 hasta la cercana Santa Cruz de la Serós.
Santa Cruz de la Serós
Entrada a San Juan de la Peña desde el Canal de Berdún, la localidad de Santa Cruz de la Serós creció al amparo del monasterio y la numerosa corte itinerante de los reyes de Aragón. Ramiro I dio bienes al monasterio de monjas de Santa María, levantado en las faldas de la serranía tras la implantación de la regla benedictina en San Juan de la Peña. Por el pasaron tres de sus hijas, Urraca, Sancha y Teresa.
Se supone que por iniciativa del padre del rey Ramiro, Sancho III el Mayor, se construyó la iglesia de San Caprasio (1020-1030), verdadera maravilla del románico lombardo, que hoy se puede apreciar en su aspecto original tras una magnífica restauración en la que se eliminaron los elementos añadidos a lo largo de los siglos. Es difícil explicar cómo una iglesia tan pequeña puede resultar tan hermosa al viajero. Su pureza y sobriedad, aún sin la decoración mural que un día iluminó sus muros, nos ayuda a comprender el románico.
El esplendor del monasterio de benedictinas fue culminado con la iglesia de Santa María (1059-1061), que parece fundirse con el paisaje de la sierra, vertical y bellísima como uno más de los conglomerados pétreos que se elevan hacia el cielo. Templo único en su género, de engañosa apariencia exterior, engrandecida por efecto de la torre campanario y las capillas de bóveda de crucería, cuyos ábsides parecen soportar la torre y dar a la única nave forma de cruz latina. Otros atractivos son la estancia superior y la hermosa portada con su tímpano emparentado con el de Jaca. El sepulcro de doña Sancha se puede admirar en el Museo Diocesano de Jaca, donde, en 1555 se trasladó el monasterio, por orden de Felipe II.
San Juan de la Peña
Desde la explanada posterior a San Caprasio, continuamos por una estrecha y segura pista asfaltada que nos lleva hasta el monasterio de San Juan de la Peña (siglo X), centro neurálgico de nuestra Ruta del Santo Grial en Huesca. Todo en él respira santidad y misterio, desde su origen eremítico plagado de leyenda, el descubrimiento del rey de Navarra García Jiménez, la consagración de su iglesia en el 920 por el conde de Aragón Galindo Aznárez II y su consolidación por parte del rey Sancho III de Navarra. Pero fue Ramiro I quien concibió el monasterio como corazón espiritual del que sería el reino de su hijo Sancho Ramírez: Aragón. Lo dotó de grandísimas riquezas y poder, para que Sancho edificara la iglesia alta y Pedro I la consagrara, deviniendo foco de las reformas eclesiásticas y panteón real.
Lamentablemente, un incendio en 1675, la invasión napoleónica y sobre todo, la desamortización de Mendizábal hicieron estragos en su estado. Y aún así, hoy nos queda una magnífica construcción. Uno de esos monumentos que perdura en la memoria del viajero. La piedra angular de nuestra ruta y la más digna morada del Grial.
No se conserva apenas una parte de lo que llegó a ser, pero la sensación de fortaleza que emana del antiguo dormitorio, la iglesia vieja con sus pinturas en los ábsides excavados en la roca, junto al altar donde se aprecia una reproducción del cáliz que hoy se venera en Valencia, la belleza de la iglesia alta, y sobre todo, el claustro y la importancia de sus capiteles, ejemplos y referentes del románico mundial.
El Monasterio nuevo
Aunque históricamente no tiene la importancia del monasterio viejo, recomiendo el paseo y la visita del monasterio nuevo, su magnífica restauración, el paisaje, el Centro de Interpretación de la Naturaleza y la hospedería lo justifican. Continuando por la pista asfaltada llegaremos enseguida al llano de San Indalecio, donde fue construido en el siglo XVII. Es una amplia explanada, habilitada con mesas de picnic, desde la que podemos acercarnos a miradores panorámicos y recorrer rutas senderistas señalizadas. No hay que olvidar que estamos en un espacio natural catalogado como Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, ecosistema de media montaña a camino entre el ambiente mediterráneo y el atlántico.
A finales de junio, la Real Hermandad de Caballeros de San Juan de la Peña, fundada en 1950, celebra la festividad de San Juan Bautista con una misa en la iglesia alta en la que invisten a los nuevos caballeros y damas con sus capas azules.
Siresa
Para continuar recorriendo la Ruta del Santo Grial en Huesca volvemos a la carretera N-240 y tomamos rumbo hacia Navarra, cruzando el río Aragón en Puente la Reina de Jaca, donde nos desviamos a la derecha por la A-176 hacia el valle de Hecho, uno de los más bonitos del Alto Aragón. Es especialmente digno de ser visitado en primavera, pero sobre todo en otoño, cuando las hojas se tiñen de diferentes tonos de ocre y rojo, y los paisajes componen lienzos que ni el mejor pintor podría reproducir.
Atravesamos el pueblo de Hecho y, apenas a un par de kilómetros, nos encontraremos con la imponente silueta de Siresa y su grandiosa iglesia de San Pedro. Templo de impresionantes proporciones, incluso para la época, tan sólo comparable a la catedral de Jaca, y mucho más antigua, pues la iglesia original data del siglo IX, como parte de un monasterio visigótico a los pies de una antigua calzada romana.
El exterior nos dice que también esta iglesia tiene elementos diferenciales como la forma de los contrafuertes del ábside y los arcos de medio punto que sostienen la iglesia alta. Tras la profundidad de su portada y arquivoltas, el interior no destaca por su decoración, pero el conjunto de la construcción y su volumen hablan de su importancia. No en vano sus muros vieron criarse a Alfonso I el Batallador.
Después de la visita de Hecho y San Pedro de Siresa, resulta muy recomendable seguir la carretera hasta llegar a la Selva de Oza, donde más de un viajero avispado ha comparado la belleza del paraje con una catedral natural. De camino encontraremos en la Borda de Bisaltico servicios de restauración y alojamiento en las modalidades de camping, albergue y apartamentos. Los más montañeros tienen el refugio de Gabardito. En Hecho hay también camping y una variada oferta de alojamientos y restauración. Ansó se encuentra a sólo 15 km y es uno de los pueblos del Pirineo más hermosos y pintorescos.
Bailo
Volvemos a Puente la Reina de Jaca y, a pocos kilómetros por la A-132 que lleva a Huesca, llegamos a Bailo. De gran importancia estratégica, la historia documenta castillos, palacios y construcciones civiles: molinos, almazaras, hornos fuentes y hospitales. Su iglesia no tiene mucho que ver con aquella que recibió la visita de la reliquia y, de hecho, llama la atención su tamaño y la diferencia entre la austeridad del exterior y la armónica suntuosidad del interior, que luce una bóveda de crucería especialmente singular, con muros blancos que sujetan nervios que se entrecruzan en intrincados dibujos. Dedicada al obispo san Fructuoso y a los santos Eulogio y Augurio, no nos aportará la sensación de vuelta al periodo medieval como la catedral de Jaca, aunque su singularidad despertará la curiosidad del viajero.
Y Bailo merece un comentario, no sólo por la mirada al pasado, sino porque hoy en día, continúa recreando aquel memorable evento, con una vehemencia que tal vez echamos de menos en otros lugares en los que el vaso descansó más tiempo. Las Jornadas de Recreación histórica de la estancia del Santo Grial, que en 2017 cumplirán su quinta edición, son organizadas en septiembre por la Asociación Cultural y Recreativa de Bailo (Acurba) y gozan de gran participación, entre vestiduras y aperos medievales, oficios, coloquios, cuentacuentos, comercios y pasacalles.
Bailo nos ofrece una lúdica y festiva propuesta para completar esta segunda Ruta del Santo Grial en Huesca tras aquella primera que iniciabamos en la capital altoraragonesa. El Camino del Santo Grial, tal y como quedó definido en el proyecto liderado en 2015 y patrocinado por la comarca de La Jacetania y la Dirección General de Turismo del Gobierno de Aragón, continuaría desde Huesca hacia Zaragoza por Almudévar y Zuera, con una variante por Ayerbe, Alcalá de Gurrea, Gurrea de Gállego y Zaragoza.
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Ruta del Santo Grial en España.
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