La montaña invernal ofrece muchas posibilidades para disfrutar del paisaje y la naturaleza. El esquí de fondo y las raquetas de nieve son dos modalidades deportivas que ganan adeptos año a año. Uno de los lugares más idóneos y bellos del Pirineo para practicarlas es el valle de Benasque y, en concreto, el Espacio Nórdico de los Llanos del Hospital. Allí os proponemos realizar esta ruta circular en raquetas de nieve que nos llevará hasta el Plan d’Están y el refugio de la Renclusa para descender luego hasta el aparcamiento de la Besurta y regresar a los Llanos del Hospital. El recorrido propuesto es recomendable sólo para raquetas, si preferimos practicar esquí de fondo evitaremos la subida a la Renclusa y haremos la circular Hospital-Besurta-Hospital siguiendo la huella de la pista marcada por los técnicos de la estación invernal. En esta ruta nos adentraremos en el entorno del Parque Natural Posets-Maladeta que, si ya es impresionante en verano, bajo el manto nevado tiene una magia especial.
El acceso hasta los Llanos del Hospital lo haremos desde Benasque por la A-139 en dirección norte durante 10 km, hasta encontrar una pista asfaltada a la derecha que lleva al lugar. En invierno lo más probable es que tengamos que dejar el coche en una zona de aparcamiento llamada El Vado, a 700 m del Hospital, tramo que podremos hacer por la carretera (casi siempre despejada de nieve) o por la pista de esquí de fondo. El origen del Hospital de Benasque es un antiguo refugio de caminantes levantado por los monjes Hospitalarios para dar cobijo a los viajeros en su tránsito de los Pirineos por el valle. Hoy es hotel, estación invernal y de montaña además de sede de la Fundación que atesora el legado histórico del lugar, con una importante biblioteca donde se guardan miles de libros, fotografías, postales y muchos mapas antiguos sobre el Pirineo.
En el Hospital, punto de partida y llegada de nuestra ruta, podremos alquilar todo el equipo necesario para cualquiera de las actividades en nieve que vayamos a realizar. La montaña cambia su rostro y sus condiciones en invierno, algo que debemos tener muy en cuenta en términos de equipamiento y, sobre todo, de seguridad. Antes de iniciar cualquiera de los recorridos que elijamos, nos informaremos en el Hospital o llamando al refugio de la Renclusa sobre el estado de la nieve y el peligro de aludes con el fin de evitar itinerarios que puedan resultar peligrosos o desaconsejables. Si no tenemos mucha experiencia o desconocemos el lugar, hacerse acompañar por un guía de montaña puede ser una muy buena opción: él se ocupará del equipamiento y de la seguridad de la excursión, además de ofrecernos una información detallada sobre el lugar, sus tesoros naturales, tradiciones…
Desde los Llanos, a 1.750 m de altitud, retrocedemos un tramo para retomar y seguir por la pista asfaltada de acceso, que continúa hasta morir en el aparcamiento de la Besurta, donde hay mesas de picnic y en verano (sólo en verano) una caseta abierta como bar. En invierno la misma carretera se torna en estupenda pista de esquí de fondo, lo que nos sirve para recordar algo importante: cuando calcemos raquetas debemos siempre respetar la huella de esquí de fondo que encontremos, hay espacio para todos.
Continuamos sobre la carretera nevada en ligero ascenso hasta llegar a la altura del Plan d’Están, un lago de montaña colmatado que el río Ésera atraviesa dibujando meandros. Es éste el punto de bifurcación del itinerario si decidimos hacer esquí de fondo o la circular más corta en raquetas, en cuyo caso nuestro destino final sería la Besurta. Pero nosotros seguiremos con nuestras raquetas hacia la Renclusa y para ello, hacia la mitad del Plan dEstán tornaremos a la derecha dejando el llano para bordear las faldas de la Tuca Paderna. En cuanto ganemos altura nos adentraremos en un clareado bosque de pino negro, tramo que seguiremos sin traza definida si alguien no ha marcado huella antes. Ascenderemos suavemente en diagonal por un paisaje que resulta espectacular cuando los árboles aparecen cargados por alguna nevada reciente. Estaremos siempre atentos al estado de la nieve y evitaremos ubicarnos en situación de peligro ante un posible alud. Llegaremos así al barranco que desciende de la Renclusa (2.140 m), que afrontaremos por el lugar más cómodo hasta alcanzar el refugio. Habremos superado un desnivel de unos 400 m desde el Hospital.
En la Renclusa seremos bien recibidos y atendidos por los guardas del refugio, grandes profesionales siempre dispuestos a echar una mano y compartir sus conocimientos de la montaña. Podremos descansar y hacer uso del servicio de bar y comidas. La Renclusa es un frecuentado punto de partida de montañeros en su ascensión al Aneto. El regreso a los Llanos lo haremos por el mismo barranco pero, una vez abajo, en lugar de tomar dirección oeste hacia el Plan, tomamos dirección norte-noroeste hacia la Besurta. Al llegar habremos descendido hasta los 1.860 m de altitud y estaremos a 4 km del Hospital, nuestro destino final. Desde la Besurta descendemos hacia el Plan d’Están siguiendo la huella de la pista de esquí de fondo o alcorzando un poco por una zona boscosa. Hay que aprovechar las posibilidades que nos ofrecen las raquetas para, sin descuidar la seguridad, pisar nieve virgen y disfrutar abriendo huella.
En nuestro descenso pasaremos junto a un pequeño refugio que la nieve puede llegar a oculta, la cabaña del Plan d’Están que toma el nombre del llano hacia el que nos dirigimos. Nos encaminamos entonces hacia el lado norte del Plan d’Están, pegados a las laderas que descienden del Portillón de Benasque y la Tuca o pico de Salvaguardia, sin ganar altura. Nos adentramos ahora durante unos minutos en un pinar en el que encontraremos colgados de las ramas carteles con marcas de sendero. Y es que, aunque oculto a nuestros ojos bajo la nieve, estaremos siguiendo el trazado del S-2 Sendero Geomorfológico-Forau de Aigualluts y su confluencia luego con el GR-T 46 que comunica el valle de Benasque con Francia. Dos interesantes recorridos para planificar excursiones en verano.
Tras un corta pero empinada bajada llegaremos al llano para cruzar el río por un puente de madera y seguir el tramo final hasta el Hospital de Benasque donde podremos tomarnos una bebida calentita como recompensa a nuestro esfuerzo. Aunque seguro que el contacto con la montaña invernal, la serenidad del paisaje nevado y el relajante crujir de la nieve bajo nuestros equipados pies nos habrán proporcionado ya un suficiente goce y satisfacción. Por si todavía no os habéis decidido… os recomendamos ver el vídeo del programa de Aragón TV Chino-Chano que os enlazamos más abajo (realiza la circular Hospital-Besurta-Hospital pero en dirección opuesta a la que nosotros hemos descrito).