En febrero pasado el Museo Ibercaja Camón Aznar reabrió sus puertas con una nueva denominación cargada de acierto y de futuro, el Museo Goya Colección Ibercaja. Clamaba al cielo que en su tierra natal don Francisco de Goya y Lucientes no tuviera un museo de altura dedicado a su persona y a su obra, ninguno más apropiado que el que ahora lo lleva, el único en el mudo que exhibe de manera permanente todas las series de grabados del artista de Fuendetodos, entre otras valiosas obras de distintas épocas y autores. Como correspondía al inicio de esta nueva etapa, el Museo Goya se presentó con una exposición temporal de gran interés Goya y Zaragoza (1746- 1775). Sus raíces aragonesas. Si todavía no la hemos visto, hay que apresurarse porque la muestra finaliza el próximo domingo 28 de junio. En tan solo cuatro meses escasos desde su reapertura, el Museo Goya lleva contabilizados 65.445 visitantes, el 66 % de todos los registrados en 2014, que sumaron 99.073.
Además, cualquier motivo es bueno para sumergirse nuevamente en el inagotable mundo de sensaciones provocadas por los grabados del maestro, realizados entre 1778 y 1825 y que ahora se muestran con nuevos recursos tecnológicos para facilitar su admiración y comprensión. Pero, siendo de peso, éste es sólo uno de los motivos que justifican la visita al Museo Goya. La colección estable del museo, que incluye además otras 15 obras de Goya, está ahora integrada por 500 obras de arte desde el siglo XV hasta los años setenta del siglo XX, entre las que 39 son nuevas incorporaciones. Entre ellas, un nuevo dibujo de Goya y dos esculturas de Pablo Gargallo, junto a obras firmadas por Gerrit Van Honthorst, Vicente Berdusán, Francisco Bayeu, Mariano Barbasán, varios autores encuadrados en el Grupo Pórtico y el Grupo El Paso…
Raíces aragonesas
Goya y Zaragoza… reúne obras del artista aragonés fechadas entre 1769 y 1775, es decir, desde el viaje de dos años de duración a Italia para estudiar en la Accademia del Disegno de San Luca de Roma, hasta el año de su definitiva mudanza a Madrid. La exposición está integrada 28 piezas, entre las que se incluyen 19 óleos sobre lienzo, 3 grabados y 2 dibujos, una plancha original de los grabados, el facsímil del Cuaderno Italiano y una carta firmada por fray Manuel Bayeu. Entre las pinturas predominan los temas religiosos, con obras que no habían sido nunca expuestas al público como La Piedad o Virgen con el Niño, junto a otras exhibidas por primera vez como obras de Goya, casos de Huida a Egipto y Muerte de San Alberto de Jerusalén. Los cuadros de La Virgen con San Joaquín y Santa Ana se expone por primera vez junto a otras obras de Goya. Otras obras como el espléndido Autorretrato, c. 17775, o el Aníbal vencedor, que por primera vez miró Italia desde los Alpes, primera pintura del maestro de Fuendetodos verdaderamente documentada, completan la muestra pictórica.
El Cuaderno Italiano es el único libro de viaje de Goya relacionado con su estancia en Italia. La plancha original prestada por la Calcografía Nacional corresponde a un grabado de San Francisco de Paula, que se exhibe junto a su estampa, y la carta de fray Manuel Bayeu a Martín Zapater, fechada el 27 de febrero de 1775, data la fecha de la partida de Goya a la capital. También se exhibe una reproducción en vinilo de las puertas del armario relicario de la iglesia de Fuendetodos, destruido en 1936, y que ha sido realizado a partir de las fotografías del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza.
Las obras de Goya y Zaragoza (1746- 1775). Sus raíces aragonesas proceden tanto de la de Colección Ibercaja como de distintos fondos que las han cedido para la ocasión, como el Museo Nacional del Prado, el Museo de Zaragoza, la Biblioteca Nacional de España, la Calcografía Nacional, la Fundación Selgas-Fagalde o la Colección Várez Fisa. La edición de cuidado catálogo ha corrido a cargo de la editorial aragonesa Edelvives.
En compañía de Goya
El Museo Goya se encuentra en la casa de Jerónimo Cósida (calle Espoz y Mina nº 23), palacio renacentista ubicado en pleno centro de Zaragoza, a poco más de 100 metros de la Plaza del Pilar. Fue inaugurado en 1979 y hasta su reciente reapertura llevaba el nombre del académico, crítico y coleccionista zaragozano José Camón Aznar quien, junto con su esposa María Luisa Álvarez Pinillos, lo hizo posible con la donación al pueblo de Aragón de su importantísima colección de obras artísticas y literarias. El espacio dedicado a exposiciones temporales, inaugurado con la exposición que reseñamos, lleva ahora el nombre de Sala José Camón Aznar.
Hasta hace poco la notoriedad de este centro cultural de primer orden y el número de visitas recibidas, siendo importantes, no estaban, creemos, a la altura de sus valiosos fondos y su estratégica ubicación. Con el marchamo de Goya en su tarjeta de presentación, acompañada de iniciativas en los apartados de promoción, programación y difusión como la de la exposición que ahora termina, sin duda esto va a cambiar. Ha cambiado ya, y lo celebramos.
El edificio sede ya merece una visita, con su patio de columnas anilladas, un variado programa iconográfico relacionado con el emperador Augusto, fundador de la ciudad, y sus cimientos visibles de época romana. Entre las novedades más destacadas tras la reapertura destacan el nuevo espacio dedicado a los hermanos Bayeu y la valiosa colección de artistas aragoneses clave de las vanguardias españolas, como Gargallo o los grupos Pórtico y El Paso. El nuevo planteamiento expositivo del museo ha primado la función didáctica, con nuevos servicios de audioguías, visitas guiadas y talleres que facilitan el acceso a la obra y el disfrute de todo tipo de público.
En Aragón nos cuesta presumir hasta cuando nos sobran motivos y, así, figuras como el mismo Buñuel, Ramón y Cajal, Gracián…, nombres de indiscutible renombre internacional, no han tenido el espacio y la proyección que cabría esperar en ésta su tierra natal. Vamos, que en cualquier otro lugar se sentirían afortunados por poder contar con esos ilustres paisanos entre sus activos culturales y científicos, poder utilizarlos como marca turística. Hagamos justicia a esos nombres y aprovechemos el valioso capital que representan: quizá requiera más imaginación que otras actuaciones al uso, pero sin duda es una inversión complementaria, por ejemplo, a la de la recuperación de edificios históricos y monumentos. El Museo Goya es un buen ejemplo de ambas.
Ubicación y contacto con el Museo Goya:
- Tel.: (+34) 976 397 387. Fax: (+34) 976 399 326
- E-mail: museogoya@obrasocial.ibercaja.es
- Dirección: Calle de Espoz y Mina, 23 50003 – Zaragoza (España)