El proyecto Aristas y crestas de Teruel, publicado en formato libro (Prames, 2020), es un recorrido intemporal por las comarcas turolenses, a caballo entre el alpinismo clásico y la escalada tradicional, que nos descubre 70 atractivos destinos, más allá de su interés deportivo. Javier Magallón, coautor también de Lítica. 100 piedras singulares de Teruel y de 100 puntas inaccesibles de Teruel, es un apasionado del pionerismo y la investigación en terrenos de montaña, obsesionado desde hace años por descubrir nuevos itinerarios alpinos dentro de los límites de la tierra que le vio nacer.
Aristas y crestas de Teruel, el proyecto
Aristas y crestas de Teruel desvela los secretos de 70 lugares emblemáticos donde poder practicar la escalada de aventura, muchos de ellos descubiertos en exclusiva para este trabajo. La provincia de Teruel posee un amplio territorio con condiciones climáticas muy diversas, lo que marca el carácter de sus paisajes. Encontramos montañas jóvenes con cimas escarpadas, o lomas más viejas con cumbres redondeadas debido al desgaste producido por la acción del agua y el viento.
La investigación de los paisajes más recónditos de espacios como el Maestrazgo, los Puertos de Beceite, la sierra de Albarracín o las Cuencas Mineras nos ha revelado esos 70 destinos y casi 20 km de escalada. Aquí vamos a adentrarnos en el ‘marco teórico’ de ese proyecto de escalada y de descubrimiento de lugares singulares, que representa un viaje introspectivo por la provincia de Teruel. En esta primera entrega, apuntaremos una selección de destinos de especial interés en las comarcas del Matarraña/Matarranya y Gúdar-Javalambre.
Cresta/arista, la piedra angular
El concepto “cresta/arista” es la piedra angular de un proyecto sin precedentes que pone en valor los paisajes más desconocidos de Teruel. Cresta y arista son vocablos prácticamente sinónimos, siendo cresta un concepto más general que designa la línea de los puntos elevados de un relieve que separa dos vertientes opuestas, pudiendo estar compuesta por aristas y espolones.
En una provincia donde la geología y el relieve son protagonistas, la concentración de este tipo de formaciones solo se produce en algunas de las comarcas. En el Maestrazgo, aparecen sobre todo en la mitad septentrional, donde el río Guadadope y sus afluentes discurren entre sierras de atormentada orografía producto de fuertes plegamientos geológicos que comenzaron hace 65 millones de años con la Orogenia Alpina, en el Terciario, y que tras los consiguientes procesos erosivos han dado lugar a enérgicas formas, con barrancos profundamente encajados, crestas puntiagudas y escarpes verticales.
Encontramos también cierta densidad en el Matarraña, concretamente en los Puertos de Beceite, abarcando la porción sur de la comarca, integrada por alineaciones montañosas orientadas de SO a NE de escasa altitud y gran potencia de relieve a consecuencia de los profundos cañones abiertos por el río Matarraña y sus afluentes. Las lomas de la sierra de Albarracín también encierran alguna que otra sorpresa puntiaguda donde escalar, al igual que las estribaciones de Javalambre y las Cuencas Mineras.
Escalada y entorno
Cada una de las propuestas de Aristas y crestas de Teruel es un descubrimiento, una reflexión y una construcción social en torno al espacio vivido y percibido, asumiendo que cada individuo obtendrá una experiencia única en compañía de iguales, lo que le permitirá no solo disfrutar de la escalada, sino del entorno en el que se adentra con el mayor respeto a la naturaleza, identificando y comprendiendo la espacialidad como la extensión socio histórica del desarrollo humano sobre la corteza terrestre y su hábitat.
Una nueva forma de entender el espacio
En las primeras aperturas de vías de escalada se intentó seguir la línea más sencilla, aquella que se entendía podría ser la más representativa y repetida en el futuro, intentando trazarla de forma lógica, buscando la mejor roca, eso sí, siempre con el mayor respeto a la conservación del medio, utilizando anclajes recuperables, respetando la vegetación y aves del entorno y recogiendo las regulaciones que actualmente se conocen sobre estas zonas de escalada. Las repeticiones de vías ya abiertas, constituyeron una oportunidad única de disfrutar e incluso coincidir con alguno de los aperturistas y compartir experiencias. Estas vías se han mantenido intactas y se muestran en el trabajo de acuerdo al estado en el que se encontraron.
En todos los casos, los nombres utilizados respetan los topónimos a los que se ha tenido acceso a través de la investigación intraterritorio. Los frágiles paisajes de la provincia de Teruel, con limitada capacidad de acogida, requerían un análisis profundo a través de la geografía, la petrología, la litología y la antropología, para devolver al hombre parte de la conciencia que le ayude a entender que acarrea un pasado determinado por el clima y la orografía que merece la pena descubrir, ya que su historicidad es inseparable del medio ambiente en el que habita y se desarrolla.
Cuerpo, mente y roca
En esencia, lo que presenta el proyecto/libro Aristas y crestas de Teruel es una nueva forma de estudio de las estructuras rocosas, una litología basada en el análisis del recorrido, del camino, un viaje que no ha consistido únicamente en desplazarse de un lugar a otro, sino que ha supuesto una nueva forma de entender el espacio, una transformación mental y emocional para comprender que la unión del hombre con lo pétreo genera una nueva forma de conocimiento, casi de culto, un modo de vivir y de sentir, un estado de atención plena que conecta el cuerpo, la mente y la roca.
Mundo vertical, experiencia personal
Esta percepción llevará a la persona a experimentar no solo la actividad física que conlleva cada experiencia sino la práctica que abre otra dimensión, interior y exterior, para olvidar lo cotidiano, lo efímero, los problemas. Se descubre la soledad como un sentimiento elegido, como un momento de reflexión y meditación, en el que comprender lo que el mundo vertical nos enseña, mostrando quiénes somos y de quién dependemos, colgados de un hilo de vida, a merced de la consistencia de cada resalte de la pared, sabiendo que todo puede cambiar o desaparecer en un instante.
Resulta imposible comprender la existencia de cada lugar sin ser conscientes de que hombre, espacio y medio ambiente constituyen una trilogía inseparable en el proceso de desarrollo humano. Deberíamos percibir la grandiosidad de cada una de estas vivencias, entender cada viaje en su totalidad, mirar cada paisaje, dedicar tiempo a observar y disfrutar del descubrimiento, de la interpretación de la orografía, de la belleza de la naturaleza, de la búsqueda de los caminos y rutas de acceso para, al final, evocar una imagen de conjunto, de territorio, de conexión entre comarcas, que nos ayude a comprender el porqué de su existencia.
En definitiva, actividades que aunarán a buen seguro la práctica del alpinismo más puro con destrezas por terreno vertical, haciéndonos emprender un viaje único a lo desconocido, un destino más próximo de lo que podríamos imaginar.
Aristas y crestas en Gúdar-Javalambre
Nos dirigimos al entorno natural de las Agujas de las Alhambras, entre Manzanera y Arcos de las Salinas, hacia el Pico del Buitre, mítico final de etapa de esta última Vuelta Ciclista a España. Allí encontraremos dos crestas casi encadenadas, El Arbotante y La Pilarca, además del espectacular Dedo, todas frente a la aldea de Las Alhambras, donde habitan permanentemente no más de 10 personas. En las Agujas de las Alhambras se encuentra y tomo nombre una vía ferrata entre las más afamadas de Teruel.
Otros dos destinos reseñables son la Cresta de los Tres Ríos de Arcos de las Salinas, junto a la nueva carretera asfaltada de acceso al Pico del Buitre, y La Escaleruela de Camarena de la Sierra, ubicada junto al grandioso salto Escuín, cerca ya de Riodeva. Sorprende que existan formaciones así en lugares que nunca se identificarían «a priori» con la escalada.
Aristas y crestas en el Matarraña
Beceite y su entorno cercano a los ríos Matarraña y Ulldemó, además dels Mollons en Peñarroya de Tastavins, encontraremos más crestas y aristas de gran interés, en dos excepcionales parajes naturales, el Parrizal y el macizo de Peñagalera. Aquí podremos escalar bajo el vuelo del quebrantahuesos, actualmente está en fase de reintroducción en la provincia de Teruel y que ha elegido estos lugares para asentarse.
Además de las muy conocidas rocas del Masmut en Peñarroya de Tastavins, destacaremos el Esperó del Bruc en la Roca de San Miquel, el Crestall del Solá d´en Justá, los cresteríos del Serrall de les Clapisses y el de Clapisses dels Mollons y el espolón sur del Molló de l´Agulla. Descubrir el barranco de la Escresola y esas gigantescas y cercanas formaciones de conglomerado dejará boquiabierto al más incrédulo.