La lista de los pueblos más bonitos de Aragón sería larga pues muchas son las poblaciones ubicadas en enclaves de excepcional belleza, que mantienen su trazado urbano tradicional, exhiben monumentales edificios y caseríos preservados al paso del tiempo. Así que hoy vamos a centrarnos en una versión más reducida, la que reúne a las localidades aragonesas encuadradas en la red de ‘Los pueblos más bonitos de España‘, una asociación creada en 2012 siguiendo el modelo de la francesa de ‘Les Plus Beaux Villages de France’ (1982) y en la que ya figuraban cinco localidades aragonesas entre sus 14 fundacionales: Albarracín, Calaceite, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Valderrobres. A ellas se han sumado Aínsa, Alquézar, Anento, Ansó, Cantavieja y Sos del Rey Católico, hasta contar 11 municipios aragoneses entre los 57 integrados hasta hoy en dicha red.
Además, este año 2017 Albarracín será sede, junto con la villa castellonense de Morella, de la reunión anual de Les Plus Beaux Villages de la Terre (Los pueblos más bonitos de la Tierra), federación internacional que reúne a más de 500 localidades de distintos países. El 9 de junio se celebrará la asamblea internacional en Albarracín y hasta el día 12 habrá sesiones de trabajo y visitas a otros municipios como Rubielos de Mora, Cantavieja, Valderrobres y Calaceite.
Hablamos de destinos para visitar en cualquier época del año porque mantienen siempre su excepcional estampa, lugares en los que no nos perderemos… ¡aunque bien nos gustaría!
Albarracín, Rubielos y Puertomingalvo
En tierras turolenses, Albarracín sobresale por su urbanismo, su continua labor de restauración y su vocación de capital cultural. Fue taifa independiente y conserva buena parte de sus murallas, puertas de acceso y recintos defensivos. En su entramado medieval de armoniosas calles destacan la casa consistorial renacentista, distintas casas nobles, la catedral y el palacio episcopal. Recomendables son las visitas a los museos del Juguete, de Historia de la Ciudad y Diocesano, la Torre Blanca, la subsede de Territorio Dinópolis Mar Nummus y el cercano Trebuchet Park, dedicado a las reproducción a tamaño real de máquinas de asalto. La Fundación Santa María de Albarracín organiza interesantes encuentros y actividades culturales en esta villa que forma parte del Paisaje Protegido del Rodeno y del Parque Cultural de Albarracín.
La conservación y la rehabilitación de su monumental patrimonio son señas de identidad de Rubielos de Mora. Llamarán nuestra atención su casa consistorial renacentista de lonja cerrada, los portales del recinto medieval, casonas nobiliarias y palacios, la excolegiata barroca de Santa María la Mayor y su excelente pintura gótica… Se alterna con Rubielos de Mora, otra preciosa villa, como sede del Festival Puerta al Mediterráneo. Para visitar: Fundación-Museo Salvador Victoria, Museo de José Gonzalvo y Región Ambarina, subsede de Dinópolis.
Puertomingalvo premia a quien la visita con el disfrute de una trama urbana del siglo XIII apenas alterada, su contundente castillo y el monumental ayuntamiento, uno de los pocos edificios civiles góticos conservados en Aragón, en cuyos calabozos se ubica el Centro de Interpretación de los Castillos. Ya solo las vistas del camino y el entorno, poblado de masías y lugares como la cascada del Arquero, compensan el viaje. Forma parte del Parque Cultural del Maestrazgo.
Cantavieja, Valderrobres y Calaceite
Atalaya estratégica del Maestrazgo, Cantavieja conserva un magnífico conjunto urbano, con torreones semicirculares integrados en calles cuajadas de interesantes edificios como el ayuntamiento, la iglesia barroca de la Asunción y la espléndida plaza porticada, la casa del baile y la casa rectoral, la ermita de San Miguel o el antiguo hospital. Para visitar: el Museo el Carlismo.
Valderrobres, capital del Matarraña, es un bellísimo conjunto urbano coronado por el castillo palacio, de obligada visita, y la iglesia de Santa María la Mayor, excelente ejemplo de gótico levantino. Su magnífico puente medieval y la torre-puerta de San Roque dan acceso a la plaza de España donde se encuentra la casa consistorial y la lonja, joya de la arquitectura renacentista en Aragón. Evocadoras calles medievales y rica arquitectura popular. Cerca está el observatorio de rapaces carroñeras de Mas de Bunyol.
Residencia de artistas y escritores, el conjunto histórico de Calaceite conserva una estructura urbana medieval jalonada por edificios de gran interés, como la iglesia barroca de la Asunción, el ayuntamiento renacentista, y sus emblemáticos portales capilla. Para visitar: el Museo Juan Cabré y, cerca, el Poblado íbero de San Antonio (Ruta Íberos del Bajo Aragón).
Anento y Sos del Rey Católico
En la zaragozana comarca del Campo de Daroca, el pequeño pueblo de Anento sorprende por sus impolutas calles empedradas y el colorido de las fachadas de su caserío, a los pies de un castillo de origen musulmán. Su iglesia románica de San Blas guarda un excepcional retablo mayor (siglo XV), pero son las cristalinas aguas del manantial de Aguallueve y el precioso sendero que lo recorre lo que atrae más la atención de los visitantes.
La localidad natal de Fernando II de Aragón, Sos del Rey Católico, conserva todo su sabor de plaza fuerte medieval, un recinto amurallado completo, siete portales de acceso y los restos del castillo. Junto a él, la iglesia de San Esteban luce una escultural portada románica, atribuida al Maestro Esteban, y su cripta con exquisitas pinturas góticas. La lonja gótica, la casa consistorial, el palacio de Sada, la judería y la ermita de Santa Lucía completan un conjunto de gran encanto. Para visitar: Centro de Interpretación de Fernando el Católico, Museo de Arte Sacro y el cercano monasterio de Valentuñana.
Aínsa, Alquézar y Ansó
Villa real, Aínsa es otra población que conserva su urbanismo medieval. Al castillo de origen románico y las murallas góticas se superpuso la fortificación del lugar en el siglo XVI, y hoy su gran plaza es escenario de legendarias representaciones como la de la Morisma, Fiesta de Interés Turístico de Aragón. Sobresale la hermosa iglesia románica de Santa María y un hito monumental cercano es la cruz Cubierta. Pueden visitarse el Ecomuseo-Centro de Visitantes (Fundación Quebrantahuesos) y el Espacio del Geoparque de Sobrarbe, ubicados en las torres del castillo, y el Museo de Artes y Oficios Tradicionales (casa Latorre).
En el corazón del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, y del Parque Cultural del río Vero se encuentra Alquézar, uno de los mejores conjuntos histórico artísticos medievales de España. En lo más alto está el recinto fortificado, con el castillo medieval y la colegiata de Santa María como principales monumentos con rico arte mueble. Merecen visita el Museo Etnológico Casa Fabián, el cañón del río Vero y su ruta de las pasarelas y los cercanos abrigos de arte rupestre declarados Patrimonio de la Humanidad.
Ansó atesora uno de los caseríos más típicos del Pirineo, puro espíritu montañés con sus casas de piedra gris y tejados planos. Conserva también otras señas de identidad como su dialecto y su vestimenta, que ha dado lugar al Día de la Exaltación del Traje Ansotano, en agosto, Fiesta de Interés Turístico Nacional. Forma parte del Parque Natural de los Valles Occidentales. Para visitar: iglesia de San Pedro y su Museo Arte Sacro y Etnología Ansotana; el Museo del Traje Típico Ansotano y el Centro de Interpretación de la Naturaleza.
Requisitos para ser uno de ‘Los pueblos más bonitos de España’:
- Tener población menor de 15.000 habitantes. En poblaciones mayores de 5.000 hab. s exige un casco histórico en perfectas condiciones.
- Patrimonio arquitectónico o natural certificado.
- Superar auditoría del pueblo sobre criterios especificados en una ‘Carta de Calidad’ (limpieza, conservación de fachadas, circulación de vehículos, zonas verdes, cartelería…)
- Abono de un canon anual de 1.000 € más un euro por habitante hasta un máximo de 4.000 €