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Paseo hasta las Torres Vigía de Viacamp

Torre vígía del castillo de Viacamp.

Un corto paseo nos conducirá hoy hasta el Centro de Interpretación de las Torres Vigía de Viacamp, ubicado en la iglesia románica restaurada de San Esteban, dentro del recinto defensivo medieval de este castillo ribagorzano. Viacamp es uno de los núcleos que, junto con Litera, Chiriveta, Estall y otros despoblados conforman el municipio de Viacamp y Litera, en la Ribagorza oriental. Desde Graus podemos llegar tomando la carretera a Benabarre (N-123, 16 km) y continuando desde allí durante 9 km en dirección a Tolva / Viella por la N-230.

El torreón del castillo de Viacamp, guiará nuestro paseo hasta esta fortaleza del siglo XI en la que visitaremos un centro de interpretación dedicado a las torres vigía y su papel en el avance cristiano frente al dominio musulmán. Fue abierto en 2019 en la restaurada iglesia románica de San Esteban o San Esteve (siglos XI-XII).

Para llegar hasta el castillo seguiremos un sendero señalizado tomado desde la oficina de turismo de Viacamp, ubicada junto a la carretera en el barrio bajo de las Casas de l’Hostalet.

Viacamp
Acceso al núcleo de Viacamp. Foto: Rubén Andrés Vela

Evitaremos así la carretera y caminaremos un poco, que siempre va bien. Se trata de un recorrido señalizado de tan solo 1,6 km que podemos hacer en unos 35 minutos, superando un desnivel acumulado de subida de 135 m que nos llevará primero hasta el caserío de Viacamp y, luego, hasta la ermita de Nuestra Señora de Obach, construcción también románica. Desde allí ascenderemos todavía un corto trecho para llegar a San Esteban y su Centro de Interpretación de las Torres Vigía de Viacamp, ya en el recinto del castillo medieval. El final de esta pequeña ruta es el recinto amurallado de Viacamp y su estratégica torre de vigilancia, levantada en el siglo XI.

Torres Vigía de Viacamp, sendero
Tramos final del sendero que conduce a la torre de Viacamp. Foto: Rubén Andrés

Santuario de Obach

Disfrutaremos de un entorno paisajístico sorprendente, que nos ayudarán a iconocer las mesas de interepretación instaladas en el recorrido, accesibles y adaptadas con textos en lenguaje braille, con información sobre los topónimos de las cumbres del alto Pirineo y otros lugares visibles desde estas estratégicas ubicaciones. El itinerario señalizado discurre sobre tramos de pista y de milenarios caminos, con la torre circular del castillo de Viacamp siempre en nuestro punto de ira. En una explanada al oeste bajo el promontorio sobre el que se asienta el castillo encontraremos la ermita de Obach, núcleo de un secular santuario.

El sencillo templo restaurado, de origen románico con ampliaciones posteriores, fue levantado en el siglo XI, con portada a los pies en arco de medio punto decorado con puntas de diamante, datada en el XII y coronada por una espadaña. Hubo un también en su día un edificio secundario que pudo servir de albergue de peregrinos y que fue morada de ermitaños, documentados todavía en 1826.

Ermita de Obach, edificio con origen en el siglo XI. Foto: Javier Romeo

Rodeamos ahora el promontorio y subimos a la iglesia de San Esteban. Sus orígenes parecen remontarse a fines del XI, cuando estaba dedicada a San Miguel. El templo fue ampliado en los siglo XIII- XIV, adoptando rasgos del gótico y sumando luego una portada (siglos XV-XVI). En el año 1644 está documentada la recogida por el curato de los diezmos de todo el término de Viacamp. Durante el siglo XVIII además del altar mayor tenía también otros dos dedicados a San José y al Rosario.

San Esteban, torres vigía de Viacamp
Ermita de San Esteban. Foto: Rubén Andrés

San Esteban y las torres vigía

Tras la restauración efectuada en la iglesia de San Esteban o San Esteve de Viacamp, el ayuntamiento de la localidad ha promovido en su interior la instalación del Centro de Interpretación de las Torres Vigía de Viacamp, espacio expositivo dedicado a las torres vigía en La Ribagorza. Los paneles que encontraremos nos llevarán a realizar un recorrido por esta tierra de frontera desde su época medieval, por sus castillos, señores y tenentes, un viaje en el tiempo con las fortalezas como testigos clave de la historia.

Torres Vigía de Viacamp
Interior del Centro de Interpretación de las Torres Vigía de Viacamp. Foto: Rubén Andrés

En el siglo IX nació el condado de la Ribagorza, aún dependiente del condado de Tolosa. Desde entonces, estas tierras han sido reducto de cristianos liberados del islam. Dada la orografía del terreno, era un enclave idóneo para resistir al dominio musulmán, y por ello se creó una línea defensiva conformada por pequeños castillos. A medida que el concepto de ‘reconquista’ tomó fuerza, se consolidó el condado y se alzaron castillos para delimitar y proteger las tierras recuperadas. De este modo, a partir de 1061 y ya bajo el dominio del rey de Aragón Ramiro I se creó una red defensiva que incluía la torre de Viacamp.

Una de las prioridades de este tipo de edificaciones medievales fue controlar los caminos, así como organizar pequeños núcleos de población y explotaciones agrícolas en torno a los castillos. Uno de estos caminos transcurría por el río Isábena y cruzaba por Lascuarre, Luzás, Viacamp y Montañana, uniéndose a otro que seguía la cuenca del Noguera Ribagorzana y que, vadeando el río, entraba en la Conca de Tremp, vigilada por Alsamora.

Torres Vigía de Viacamp, panel
Detalle de uno de los paneles del centro. Foto: Rubén Andrés

Sobre la margen derecha del Noguera, la torre de Chiriveta comunicaba en la otra orilla con la de Alsamora y hacia occidente con la de Viacamp. Esta última dominaba los caminos que desde el norte descendían por Montañana y se bifurcaban hacia Graus por Luzás o hacia Benabarre por el castillo de Falces o Fals. En territorio de frontera y tiempo de guerra, comunicar con rapidez y anticiparse a posibles amenazas enemigas resultaba vital. La comunicación a distancia entre lugares y fortificaciones exigía realizar una rápida transmisión de mensajes, que en época medieval se realizaba mediantes señales luminosas, de humo y acústicas. Las primeras son las mejor conocidas y consistían en el encendido de hogueras y antorchas de gran tamaño en torres y atalayas.

Torres Vigía de Viacamp, mesa panorámica
650Mesa panorámica en el recinto del castillo. Foto: Javier Melero

El encendido y apagado de antorchas, el número de fuegos o el tiempo que se mantenían encendidos… respondían a un código de señales para comunicar alertas o sencillos mensajes. La exposición sobre las torres vigía de Viacamp es un interesante complemento a la visita al imponente castillo medieval donde, además de los vestigios del recinto fortificado, podremos también visitar la torre restaurada.

Un sendero señalizado lleva hasta la torre. Foto: Rubén Andrés

Congost de Mont-rebei, naturaleza brava

Muy cerca de Viacamp, el Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-rebei discurre por un entorno privilegiado que permite disfrutar de un excepcional patrimonio natural, histórico, artístico y cultural. Conecta el núcleo deshabitado de Montfalcó, en territorio oscense de La Ribagorza, con la etapa La Masieta-Corçà del GR 1 Sendero Histórico, en la comarca ilerdense de La Noguera. Siguiendo hacia el norte el trazado del GR 1 desde el punto final del Camino Natural se llega en pocos minutos al Congost de Mont-rebei, recorriendo un camino de unos 2 km horadado en la roca, con paredes de más de 500 m de altura y apenas separadas 20 m entre sí.

Viacamp y Litera. Montfalcó. Panorámica del congosto de Mont-rebei o Montrebey y del río Noguera Ribagorzana desde la ermita. Foto: Miguel Ángel Acín

Esta espectacular orografía caliza de la sierra del Montsec, modelada por el río Noguera Ribagorzana, hace de frontera natural dividiendo la sierra en dos, el Montsec de L’Estall en la parte aragonesa y el Montsec d’Ares en la parte catalana, separadas por el vertiginoso desfiladero de Mont-rebei.

Sant Esteve de la Sarga, en el congosto de Mont-rebei. Foto: Javier Romeo

El Camino Natural supera dos farallones de roca y el embalse de Canelles, mediante un puente colgante y unas espectaculares pasarelas de Montfalcó ancladas en la roca, que se han convertido en un reclamo turístico de primer orden. Construido en 1960 para producir energía eléctrica, el embalse de Canelles ofrece también la posibilidad de realizar rutas náuticas y de visitar la central-presa de Canelles.

Una buena opción para conocer toda esta zona con tranquilidad, practicar senderismo, escalada y otras actividades deportivas es alojarse en el albergue Casa Batlle de Montfalcó, abierto todo el año y atendido por profesionales de la hostelería y de las actividades en la naturaleza. En este enlace de Albergues y refugios de Aragón encontraremos más información y podremos realizar nuestra reserva:

Albergue Casa Batlle de Montfalcó (Viacamp y Litera).

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